Para llevarlo a cabo, se realizan tres tipos de pases: el tensado, el introral y el Resurfacing.
Pase Tensado: Sirve para regenerar y tensar la piel, aumentando la densidad del rostro, produciendo una contracción inmediata de los tejidos, disminuyendo las líneas de expresión, contribuyendo también a la reducción de las “patas de gallo” y a la reafirmación de la zona periocular.
Láser Intraoral: Ayuda a producir un levantamiento del pómulo, así como a reducir el surco naso geniano, alinear las comisuras labiales, reposicionar el labio inferior y marcar el filtrum y el arco de cupido.
Pase Resurfacing: Tiene por objetivo la redefinición del óvalo facial y el peeling superficial del mismo, eliminando manchas y cicatrices superficiales, así como el cierre de los poros. A los pocos días, la piel se ve más lisa, suave y radiante.